miércoles 23 de abril de 2025
spot_img

Las enseñanzas del papa Francisco para los periodistas

En una entrevista de 2019, el papa Francisco ofreció una profunda reflexión sobre la ética periodística, identificando cuatro actitudes perniciosas que amenazan la integridad de la profesión y el derecho del público a la información veraz.

«Ustedes tienen la posibilidad de caer en cuatro pecados o cuatro cosas, actitudes malas, por no hablar lenguaje teológico. Cuatro actitudes que los amenazan continuamente y de las cuales tienen que defenderse. Primero, la desinformación. O sea, doy la noticia, pero doy la mitad nomás, la otra mitad no la doy. Entonces, eso va contra el derecho que tiene uno de estar informado. Le informas la mitad, informas mal. Esa es una de las desviaciones que ustedes tienen que cuidarse de no caer en ella».

Continuando con su análisis, el sumo pontífice señaló un segundo escollo en la labor informativa: la calumnia. «Hay medios de comunicación que calumnian sin ningún problema. Pero ¿de dónde sacó eso usted? Ah, lo vi en la televisión o lo leí en el diario. Entonces, claro, el medio de comunicación tiene tanto poder frente a las masas, que puede calumniar impunemente. Además, ¿quién le va a hacer juicio? Nadie. Uno no se atreve».

En tercer lugar, el Papa abordó una práctica aún más sutil y dañina: la difamación. «Toda persona tiene derecho a la reputación. Y si vos hace 20 años pegaste un refalón en la vida, hiciste una macana, pagaste la cuenta, pagaste la pena, sos ahora una persona libre y sin mancha. Entonces, no te pueden sacar por los medios de comunicación una historia que está superada y bien pagada ya, bien resarcida. La difamación, o sea, te traen una mancha de antes y te la tiran ahora».

Finalmente, Francisco describió una cuarta actitud que corrompe el ejercicio del periodismo: «Y cuarto, uso la palabra técnica, es un poquito arriesgado decirlo, pero es verdad, la coprofilia. Es el amor a la cosa sucia. Es literalmente amor a la caca. Amor a la cosa sucia, amor a los escándalos. Por ejemplo, hay medios que viven de publicitar escándalos, sean o no verdaderos o sean la mitad verdaderos o no, pero viven de eso. Mi antecesor en Buenos Aires, el cardenal [Antonio] Quarracino, decía ‘mira, yo ese diario no lo puedo leer porque chorrea sangre'».

Para concluir su reflexión, el Papa Francisco ofreció una perspectiva optimista sobre el potencial del periodismo: «Yo creo que superando esos cuatro límites, la comunicación sería algo maravilloso. Un comunicador que esté siempre examinando de no caer en esos cuatro defectos, es un flor de comunicador». Su análisis, surgido de su propia decisión de no ver televisión, se presenta como un llamado a la responsabilidad y a la constante autoevaluación para quienes ejercen la crucial labor de informar.

Lo último